Bésame mucho

21 noviembre, 2011 § 3 comentarios

Os iba a hablar esta semana del fin del mundo, pero al ver en la campaña de Benetton, a toda esa gente famosa pegándose “muerdacos” no he podido por menos que compartir un tema que me tiene a mí muy mosca, ¿A vosotros el primer beso con lengua que os dieron, os gustó? Porque a mí me pareció igual de asqueroso que el primer “piti”, debo decir en honor a la verdad, que hasta hace un par de años me fumaba lo que cayera en mis manos y con los besos… pues un poco lo mismo.

Seguro que a ti también te temblaban las piernas, lo mío era miedo porque una amiga mía había leído en la Biblia de cualquier adolescente, el Súper Pop, que te podías quedar embarazada, y mira lo del hijo ya me daba un poco igual, que llevaba años cuidando Nenucos, pero solo por no escuchar a mi madre…

A pesar de las dudas y con más miedo que vergüenza me entregué al placer… Un momentito ¿Qué placer había en comerse un caracol sin casa? ¿Qué era aquel trajín? ¿Por qué no movía la cabeza como en las películas? ¿Dónde estaba el abrazo protector? Y lo más importante si aquello eran los preliminares que sería de mí cuando llegara “lo gordo” que era nuestra manera de definir…  Que queréis, éramos pequeñas no teníamos léxico y desconocíamos el sistema métrico sexual, ¡Angelicos!

Así que me mantuve firme –cuando digo firme quiero que os imaginéis a la sota de bastos con el uniforme de las salesianas– cerré los ojos, abrí la boca y cuando aquello hubo terminado me planteé muy seriamente hacer carrera junto a Sor Eusebia Palomino, una monja, toda ella bondad, con la que no tendría que morrearme nunca más. Como no estaba segura de que aquella marranada dejara un rastro que mi madre pudiera seguir, me compré un regaliz de palo, por si me olía el aliento a beso. Esa tarde no merendé, me había hecho mayor.

No fue bonito, ni siquiera arreglado, no era el hombre de mi vida, a duras penas puedo recordar el nombre del pobre chico que después no me soltaba la mano a pesar de que le sudaba como si se estuviera examinando de notarías. Fue como los besos del anuncio de Benetton, de mentira.

Adiós, besos. Con lengua que ahora ya me gustan.

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§ 3 respuestas a Bésame mucho

  • Kar dice:

    Buena entrada… Ah, ésta no es sino otra de las constantes decepciones que la vida nos regala… Supongo que nos pintan todo de una manera que luego resulta no ser tan excepcional… Pasa con todo, excepto con las orgías con modelos de Playboy… Ahí, todo lo que te digan, es poco XD

  • :() dice:

    Mi primer beso… Mi primer beso me produjo, asco, miedo, ganas de huir…

    El primer beso fue a los 14 años con un chico que decía tener 25. Lo conocí en un chat, me saludo con un nick en el que aparecia un 17, pensando en su edad, empecé a hablar con él, me pareció super interesante, quizás no por él si no por ser la primera vez que hablaba «abiertamente» de mi homosexualidad. Tras unas horas hablando me decidí a darle mi msn, esa misma noche ya hablamos por teléfono. En esa primera conversación telefónica me dijo que tenía 25 años, sentía haberme mentido pero tenía miedo de que dejara de hablar con el, lo de 17… era otra cosa… En ese momento me sentí mal, pero él decía que había pasado por todo lo que yo había pasado y con él podía hablar de Juanjo, ese chico tan guapo de clase que me tebía loco. Estuvimos hablando por msn y por teléfono una semana (para mi era mucho tiempo) me hacía sentir seguro, comprendido, ver que no era raro ni era gafe por haber nacido gay, así que tras mucho insistir accedí a quedar con él. En la ducha mientras me preparaba para la cita, sentí muchas cosas, era mi primera cita tenía muchas ganas de conocer a mi amigo y de poder decir a alguien en persona: soy gay, pero tambien tenía mucho miedo, ¿y si me veía alguien? se me hundiría el mundo, en el instituto no podían enterarse nadie y menos mi familia. Con más miedo que ganas, salí de casa hacía el punto de encuentro, aparecío el coche gris que me había dico que tenía y, para evitar que me cviera nadie subí rapido. Al mirar al chico… el mundo se me cayó encima… lo lógico sería pensar que me había equivicado de coche, pero la voz que me ayudaba a dormir por las noches me dijo, Fran por favor no te vayas, quédate conmigo. No sabía que hacer, no dije nada y el coche empezó a andar. Llegamos hasta su pueblo sin decir nada, bajamos del coche, no podía irme porque no tenía para el autobus y llamar a mis padres sería como suicidarme, así que fui con el a su casa. En el ascensor me tocó el culo y me dijo lo guapo que iba. Ya en su casa me dijo que él seguía siendo el mismo, que si de verdad eramos amigos no debería importarme. Entoncés llegó mi primer beso, la boca le sabía a tabaco y chicle de menta, me pinchaba y me babeó barbilla y nariz. Me dijo que quería hacer eso que dijimos una noche por teléfono, así que se quitó la camiseta y me quitó la mia… creo qur nunca he sentido más asco que al ver ese torso peludo, arrugado y caido y sentir su barba pinchandome el pecho y la barriga. Mi primer beso se convirtió en mi primera experiencia con el sexo oral.

    Despues de eso me llevó a casa, nunca más me llamó ni me habló por msn y nunca había escrito o hablado sobre esto.

    Hoy todo el mundo sabe que soy gay, he conocido a muchos chicos y he tenido buenas relaciones. Al leer tu primer beso he recordado el mio y he pensado que igual resultaba interesante. Mi segundo primer beso, a los 16, estaba tremendamente enamorado (o lo que se pueda estar a esa edad) y fue un beso sin mentiras.

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